
El resto del misterio, que está articulado en torno a dos escenas, nos muestra por un lado a San Juan Evangelista y a los Santos Varones levantando el cadáver de Cristo, a cuyos pies aparee un ángel que simboliza el luto celestial por la muerte del Redentor. En la trasera de la escena y en un plano más elevado, Nuestra Señora de la Salud y Traspaso queda al pie de la Cruz, siendo consolada por María Magdalena. Ambas escenas se conectan a través de la mirada que intercambian el discípulo amado y María, fiel reflejo de las palabras de Jesús desde la Cruz: "Mujer, he ahí a tu hijo". Luego dice al discípulo: "He ahí a tu madre".
Para la financiación de la imagen del Santísimo Cristo de las Almas, la Pro-Hermandad está estudiando distintas actividades que se irán poniendo en marcha paulatinamente a lo largo de las próximas semanas.
En este proyecto tan importante, todos podemos aportar algo. Así que ya sabes, colabora con lo que puedas.
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