En el Evangelio de Marcos es mencionada entre los testigos de la crucifixión de Jesús (Marcos 15:40), junto con María Magdalena y "María, la madre de Santiago el Menor y de José". Tras la muerte de Jesús, las tres mujeres acuden a la sepultura de Jesús, y un joven vestido de blanco les anuncia la resurrección (Marcos 16:1-8).
En el Evangelio de Mateo no es mencionada nunca por su nombre; sin embargo, en el relato de la Crucifixión aparecen mencionadas tres mujeres: María Magdalena; María, la madre de Santiago y José, y "la madre de los hijos de Zebedeo" (Mateo 27:56). Esta mujer estaría siendo referencia a la misma persona que en el Evangelio de Marcos. Salomé sería la madre de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo. La madre de los hijos de Zebedeo interviene también en otro pasaje del Evangelio de Mateo (Mateo 20:20-28), cuando pide a Jesús un lugar de honor para sus hijos en su futuro reino. Mateo no la menciona entre las mujeres que descubren la resurrección de Jesús, que en su evangelio son solamente dos, María Magdalena y "la otra María" (Mateo 28:1) quien posiblemente sería María de Cleofas.
En el Evangelio de Juan hay una duda de si fueron tres mujeres o cuatro, dado a la procesión de los acontecimientos, las mujeres que asisten a la crucifixión, pero esta vez se trata de María Magdalena, María, la madre de Jesús y una tal María de Cleofás (seguramente, esposa de un personaje llamado Cleofás), madre de Santiago el menor y Judas Tadeo de la que se dice que es hermana de la madre de Jesús (Juan 19:25).
La interpretación católica tradicional considera que María de Cleofás no es Salomé la discípula.
Los evangelios canónicos no califican nunca a Salomé de discípula, por lo que los principales escritores cristianos no le dan este título, sino el de "seguidora" de Jesús.
Dentro de la tradición católica, también se le llama a María Salomé (tres Marías), sin embargo, esto no se corrobora en ningún pasaje Bíblico. En la Santa Biblia no se llega a aclarar que a Salomé también haya sido llamada María.
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