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PODOLOGÍA COFRADE - ÁLVARO CARMONA LÓPEZ

Experiencia podológica en el Centro de Atención al Costalero 2011

Álvaro Carmona López

Diplomado en Podología. Máster en Nuevas Tendencias Asistenciales en Ciencias de la Salud. Máster en Biomecánica y Ortopodología. Universidad de Sevilla.

El cuidado de los pies de los costaleros es fundamental para su trabajo debajo de los pasos procesionales. Cada día nuestros pies dan entre 8.000 y 10.000 pasos, que se traducen en unos 10-15 kilómetros. Todos estos datos, en una persona normal, alcanzan la cantidad de 200.000km recorridos a lo largo de nuestra vida.

Es necesario conocer estas cifras, para empezar a cuestionarnos el cuidado que le damos a nuestros pies. Este reconocimiento debe hacer aún mayor en el caso de realizar una actividad física como es la salir de costalero. El esfuerzo al que se ven sometido nuestros miembros inferiores, requiere un análisis por parte de la Podología. Por todas estas razones, quisimos estar presentes en el Centro de Atención al Costalero de la ciudad de Sevilla en la edición del año 2011. Anteriormente, realizamos actividades de Promoción de la Salud podológica en algunas hermandades de Sevilla y la provincia con el fin de educar a todos los costaleros, promoviendo hábitos y consejos saludables para el buen desarrollo de su actividad. A continuación empezamos a desgranar nuestro trabajo y posterior estudio.

1. La Podología y el mundo del costal

La podología es la especialidad de las ciencias de la salud que tiene por objeto el estudio de las enfermedades y alteraciones que afectan al pie. Abarca el diagnóstico y tratamiento de las afecciones y deformidades de los pies, mediante las técnicas terapéuticas propias de su disciplina.

Queremos resaltar la importancia que tiene la revisión por parte del podólogo de los pies antes de enfrentarse a los primeros ensayos y por supuesto, a la salida procesional. Desde primera hora, se les hizo ver que debían prepararse tanto psicológica como físicamente para poder trabajar en unas condiciones óptimas, así nada podría repercutir en su organismo y lo que es más importante, en ningún compañero.

Durante los siete días que estuvimos en el Centro de Atención al Costalero, ubicado en la Casa de las Sirenas, pudimos percibir las primeras impresiones que tuvieron los costaleros con nuestra disciplina. 

En un principio, estos fueron nuestros objetivos:

¢ Conocer el estado de salud podológica de los costaleros.

¢ Analizar las alteraciones más frecuentes que sufren los pies.

¢ Discernir las expectativas del cuidado y la prevención en el esfuerzo físico.

¢ Desarrollar un programa continuado a lo largo del tiempo para poder responder a la demanda ejercida por este colectivo. 

Llevábamos a cabo este estudio, para valorar las repercusiones que tiene el ejercicio físico derivado al salir de costalero, en los miembros inferiores, especialmente en el pie.

Así mismo, era el primer acercamiento que teníamos con el colectivo. Necesitábamos realizar un estudio pormenorizado de cada uno de los costaleros para poder obtener relaciones determinantes.

Con estas premisas, evitábamos futuras complicaciones en los costaleros, derivadas de una actividad continuada en el tiempo, sin ningún tipo de tratamiento y prevención de carácter podológico.

También, teníamos la intención de aportar resultados y conclusiones de carácter relevante por ser la primera vez que se aborda esta problemática desde nuestra disciplina.

Todo cambió al entrar en funcionamiento nuestra labor y observar la dinámica de trabajo y las alteraciones que tenían los costaleros.

Siendo a partir de entonces, éstos nuestros verdaderos objetivos del estudio:

¢ General

— Conocer las patologías más frecuentes que se producen en el pie del costalero.

¢ Específicos:

— Promocionar la Podología y sus diferentes campos de conocimiento. 

— Investigar la relación calzado – lesión.

— Mejorar la salud de los pies de los costaleros.


2. Material y método

Supimos de la existencia de esta atención que se prestaba a los costaleros, mediante la magnífica asistencia que proporciona el Ilustre Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Andalucía. Ellos son los verdaderos artífices del gran trabajo que cada Semana Santa se realiza en este centro. Ya son varios años, los que llevan prestando este servicio de forma continuada. Tras esta primera toma de contacto, nos dispusimos a la constitución de un grupo de trabajo. Era necesaria, la elaboración de una hoja de exploración para poder anotar en ella, todos aquellos datos de interés para poder efectuar un primer tratamiento de carácter provisional, aliviando así, las molestias y alteraciones que presentaran los costaleros. 

Fig 1. Hoja de Exploración para el Centro de Atención al Costalero 2011.



Fig 2. Consentimiento informado. Centro de Atención al Costalero 2011.

En un primer momento, se procedía a rellenar una hoja de registro para poder derivar a los costaleros tanto a Fisioterapia como a Podología. En el caso de que presentaran alguna alteración o deformidad en los pies que les impidiera realizar con normalidad su actividad o solamente, por consultar con el especialista, se le derivaba al área de Podología.

Antes de atenderlos, se procedía a una lectura y firma del consentimiento informado. Rellenábamos los datos de interés para nuestro estudio, siendo las variables: 

¢ Antecedentes.

¢ Exploración según motivo de consulta.

¢ Diagnóstico.

¢ Tratamiento provisional.

¢ Calzado.

¢ Consejo Podológico.

Se realizaron un total de 75 asistencias. Hay que tener en cuenta, la desastrosa Semana Santa de 2011. Muchas hermandades decidieron no hacer estación de penitencia, por tanto, sus costaleros no pudieron desempeñar su cometido debajo de los pasos.

3. Resultados

El procesamiento de los datos de la hoja de exploración se han vaciado en el programa Microsoft Excel, analizándose los estadísticos fundamentales utilizando el paquete informático Statistical Package for Social Sciencies (SPSS 18.0 para Windows).

De esta operación, empezamos a destacar algunos resultados que creemos que son interesante conocer para todos los costaleros.




Fig 3. Antecedentes Podológicos.

Destacamos que más de la mitad de los participantes en este estudio, no había acudido nunca a un podólogo. Este primer dato, empieza a motivar y a respaldar, la presencia de la Podología en este centro.


Fig 4. Número de hermandades.

Resaltamos que un 26% de la muestra, sacaba tres pasos a lo largo de la Semana Santa en la ciudad de Sevilla. Como curiosidad, había un costalero que sacaba un paso todos los días, haciendo un total de 7 cofradías.

La edad de la media de la muestra oscilaba entre los 30 y los 33 años.


Fig 5. Diagnóstico mediante CIE 10.

El diagnóstico de las patologías más frecuente se muestra mediante la nomenclatura podológica y además, en aquellos caso que se puede, acogida al código alfanumérico de la Clasificación Internacional de la Enfermedad en su edición 10 (CIE 10).

El 42 % de los costaleros sufría Fasciosis plantar, una dolencia del sistema muscular y ligamentoso del pie como consecuencia de un sobreesfuerzo mecánico. Un 28% correspondía a Entesitis, patología de igual naturaleza que la anterior. Con un 6% aparece la Onicocriptosis (uña clavada) y con un 8% la Capsulitis (Inflamación de la cápsula a nivel de las articulaciones metatarsofalángicas). Solamente representa el 1%, la aparición de ampollas en los pies.


Fig 6. Tratamiento de las alteraciones.

El 86% de las lesiones que eran del sistema músculo-ligamentoso se resolvieron mediante la aplicación de vendajes neuromusculares sobre las partes afectas del pie.


Fig 7. El calzado del costalero.

El calzado era una de las mayores preocupaciones que teníamos. Sabíamos que una mala elección del calzado a la hora de salir de costalero, producía una disminución del rendimiento y sobre todo, la aparición de lesiones que podría impedir el desarrollo de su actividad.

Predominaron con un 34 % y un 42%, respectivamente, las zapatillas de lona (modelos victoria) y los botines (en el argot “bambas”). Por suerte, sólo un 1% prefería las zapatillas de esparto.

Extrajimos una conclusión al investigar la relación que tenía la elección de un determinado calzado con la posibilidad de tener una lesión en los pies. Observamos que el riesgo de lesión es mayor al utilizar los botines. Estos zapatos de caña alta, bloquean la articulación del tobillo, creando una sensación de seguridad, pero provocando un fenómeno de inestabilidad que da lugar a la aparición de las lesiones anteriormente mencionadas.

4. Conclusiones del estudio

Tras todas estas pruebas y análisis, llegamos a una serie de conclusiones que les mostramos a continuación:

¢ Desconocimiento del colectivo de los costaleros hacia la Podología.

¢ Falta de información en cuanto a la elección del calzado adecuado para realizar la actividad.

¢ Ausencia de un entrenamiento previo a la actividad, provocando la aparición de lesiones.

¢ No consultan con el podólogo las alteraciones que sufren en sus pies.

¢ Este tipo de actividades junto con la Educación Sanitaria ayudan a mejorar el nivel de salud podológica de la población.

5. El futuro

Se abre una puerta para que en años venideros, podamos seguir completando este estudio con más datos y experiencia. Además debemos: 

  1. Promocionar la Podología así como sus campos de conocimiento y actuación en el mundo de los capataces y costaleros. 
  2. Fomentar el trabajo en equipo en nuestra profesión. 
  3. Apostar por el trabajo en un equipo multidisciplinar para así, mejorar el servicio que se ofrece.. 
  4. Un centro de atención exclusivo para Podología. 

Como hemos dicho antes, la Educación Sanitaria es fundamental para disminuir el riesgo de padecer una lesión mientras realizamos el esfuerzo de salir de costalero.

6. El cuidado de los pies en la Semana Santa

Queremos hacer llegar a todos los costaleros, la necesidad que tienen de cuidar sus pies antes, durante y después de la procesión. Siguiendo estos sencillos pasos, podrán disfrutar mejor de su trabajo, garantizando su salud. No podemos olvidarnos que el pie, influye en todas las partes del cuerpo. Descuidarlos, podría ocasionar desequilibrios en el organismo. El consejo Podológico se hace cargo de los buenos hábitos y consejos que debe procurarse el costalero.

¿Qué hacer antes de la procesión?

Antes de salir en la hermandad, es necesario realizar una serie de acciones que nos permitan adecuar nuestros pies a la actividad. Es importante en este punto, que la compra del calzado se produzca antes de la salida, coincidiendo si puede ser, con la igualá, con el fin de que el zapato se amolde a nuestro pie y estemos cómodos, evitando las molestas rozaduras y ampollas. Hacer la “igualá” con unos zapatos fisiológicos, es decir, aquellos que protejan, sujeten y den estabilidad al pie, siendo condición indispensable para no sufrir lesiones debajo del paso. Debemos comprarlos mejor por la tarde ya que el pie está más hinchado. El calzado, debe tener una suela flexible y gruesa, sujeto al empeine mediante cordones, con un contrafuerte rígido. Hay que evitar las costuras que puedan provocar roces. Nunca estrenar el calzado en el momento de la procesión. Evitar plásticos y gomas en contacto con la piel, todo aquello que contacte con nuestros pies, debe de ser de materiales nobles, como el cuero. Se han detectado en los últimos tiempos, alergias de la piel por el contacto directo con materiales sintéticos con nefastas consecuencias, aún llevando la protección del calcetín.

Para aquellas personas diabéticas y para los que no lo son, recomendamos una revisión exhaustiva para comprobar deformidades y heridas que pudieran provocar complicaciones.

El uso de unos buenos calcetines, es determinante, a la hora de prevenir lesiones. Deben ser de fibras naturales (como el algodón, el lino, cáñamo…etc.) para facilitar la transpiración de la piel. Éstos han de ser suaves, sin costuras y que se ajusten al pie.

Media hora antes de salir, tenemos que observar que no haya ninguna anomalía o alteración. En caso de que no hayamos encontrado nada extraño, procederemos a lavar nuestros pies con un jabón de PH neutro (recomendable la ducha, para evitar el reblandecimiento de la piel y la entrada de infecciones), secado con toalla (especial atención entre los dedos, para evitar maceraciones y grietas). Se deben cortar las uñas de forma recta en la parte distal con el fin de que no se nos claven los bordes en la piel. No olvidar aplicarse en los pies una crema hidratante, sin extenderla entre los dedos).

¿Qué hacer durante la procesión?

Durante el recorrido, debemos estar pendientes del estado de nuestros pies. Tener mucho cuidado con las superficies (piedras, cristales, desniveles…) que pudieran acarrear cualquier tipo de lesión. En las paradas prolongadas, apoyar los dos pies por igual e intentar estirar, haciendo movimientos de flexo-extensión con el tobillo acompañándolos con movimientos giratorios. No podemos olvidarnos de estirar e intentar no enfriarnos. Si se produjera algún tipo de lesión en los pies, hay que cesar la actividad y acudir al servicio sanitario más cercano.

¿Qué hacer al llegar a casa?

Al llegar a casa, realizar baños de contraste, combinando agua fría y agua caliente con el fin de disminuir la hinchazón de nuestros pies. No olvidarse de lavarlos, intentando que el agua retire toda la suciedad provocada por nuestros propios pies, el calcetín y el zapato. 

Aplicar una crema hidratante con un suave masaje, desde los dedos hacia el talón, favoreciendo el retorno venoso. Si ha salido alguna ampolla, no abrirla. Hay que esperar para consultar con el podólogo, él sabrá cómo actuar ante esta reacción de la piel.

Los pies sostienen nuestro organismo. Nos ayudan a caminar y son parte fundamental de nuestro centro gravitatorio. Son indispensables en nuestro día a día. No podemos dejar de cuidar nuestros pies, es fácil si lo hacemos siempre paso a paso.

Información cedida por: Dº Álvaro Carmona López

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BOLSA CARIDAD HDAD. JESÚS PRESO Y ESPERANZA