Buenas tardes, para comenzar, ¿cuéntanos un poco tus inicios en el mundo cofrade?
Mi nombre es Álvaro Ruz Varo. Se me puso este nombre, en honor al hijo fallecido de Don Álvaro de Alvear, uno de los fundadores de la hermandad de la Santa Cena, por lo tanto, mi vinculación cofrade comienza desde que estaba en las entrañas de mi madre.
Ya desde pequeño, y debido a la tradición familiar, me vi de lleno metido en el mundo de la semana santa. Me hice hermano de la Hermandad de Jesús Preso y María Santísima de la Esperanza con la cual procesionaba todos los jueves santos junto a Jesús Preso.
En mi bloque de vecinos, todas las personas que vivíamos, eran personas cofrades. Por un lado mi hermano Javi Varo (costalero, segundo capataz, contraguía de Jesús Preso; integrante de la extinta banda de Jesús Preso, Costalero de Don Bosco, etc…), Rafa Arroyo (costalero de Jesús Preso, Humildad, Sagrado Descendimiento, así como de Redención en Córdoba; 2º Capataz de Jesús Preso y ex integrante de la banda de Jesús Preso), Antonio Javier Sanchez Velasco (Miembro de Junta de Gobierno de la Hermandad del Descendimiento y antiguo lancero de Jesús Preso), así como Jesús Arroyo (con un historial muy extenso). De la mano de estas personas, es normal que mi vena cofrade saliera más pronto que tarde.
... "De casta le viene al galgo".... y bien, ¿cuales fueron tus primeros conocimientos de sobre cofradías?
En mis primeros años de adolescencia, solía leer los libros que mi hermano tenía sobre la Semana Santa de Sevilla y de Córdoba, así como los DVD´s que compraba. Ahí empezó mi curiosidad por el mundo de la Semana Santa y precisamente, sobre el costal.
En 2005 me ofrecieron ser miembro fundador del Grupo Joven del Santísimo Cristo del Amor, organizando varias actividades de gran renombre, llegando a su máxima expresión con la creación del pregón infantil.
Muy interesante lo que nos cuentas, hablando de todo un poco, tu primer costal, faja, ¿donde se comenzó a fraguar al Álvaro Costalero?
Durante algunos años pertenecí a la cuadrilla de San Juan Bosco cuando hacía su recorrido por las calles de Montilla a costal. También fui costalero durante dos años de San Juan Evangelista y del Cristo amarrado a la columna que se venera en Santa Cruz.
¿Cual fue tu punto de inflexión dentro de las cofradías?
Probablemente, mi vida cofrade cambió en 2008, ya que hasta entonces, mi vida cofrade se resumía en Domingo de Ramos (debido a ser estudiante en Salesianos) y Jueves Santo, ya que sólo me veía en el pensamiento de sacar a Jesús Preso.
Recuerdo que durante una tarde, Chechu me ofreció la posibilidad de ponerme en el martillo del paso del "descendimiento chiquito". Al principio dudé, pero mi respuesta fue sí. De primeras no tenía ni idea de cómo dirigir un paso, ya que mis conocimientos cofrades eran escasos; y encima ponerme delante de 40 chavales, era aún un reto mayor. Pero gracias a los consejos de Jesús y de Nacho Ramírez, pude solventar la papeleta de manera satisfactoria durante dos años. Aparte de mi experiencia como capataz, lo que más recuerdo de aquella época y con lo que principalmente me quedo, es con la amistad que entablé con muchísimos costaleros con los que comparto días de faena hoy en día, y que para mí, son referentes en el mundo del costal.
Cuéntanos un poco tu trayectoria cofrade....
No puedo olvidar que este año también debuté en la cuadrilla del Corpus debido a una llamada de mi gran amigo Paco Priego.
En el año 2009 decido tomarme un año sabático durante la semana santa debido a que sabía que sería mi último año en libertad. Aunque seguí siendo capataz del descendimiento chiquito.
En 2010 me estreno como costalero bajo las trabajaderas de Jesús Preso, siendo para mí un sueño cumplido. También ese año estuve bajo el varal de Mª Santísima de la Paz, debido a que mi amigo José Luis Baños fue elegido capataz. Ahí comenzó mi amor por esta mariana imagen.
En 2011 volví a repetir en las mismas estaciones de penitencia. Pero ya sería mi último año bajo el varal de la Virgen de la Paz debido, a mi disconformidad en que la virgen fuera sin palio y sin música.
En 2012 me estrené bajo el palio de María Santísima de la Caridad, ya que mis amigos me habían incitado a ello, pero por diferentes motivos, no había sido posible. Para mí fue muy deseado este inicio en esta cofradía. Volví a repetir bajo las trabajaderas de Jesús Preso.
Ya en el año 2014 me incorporé al nuevo proyecto de costal de María Santísima de la Paz, un proyecto que me ilusionaba después de los sin sabores que me dejó la última estación de penitencia.
En el año 2016 además decidí salir en la virgen del socorro de Cabra, debido a la amistad que me unía al segundo capataz.
En el año 2018 me incorporé definitivamente a otra de las que considero mi casa, a la cuadrilla del descendimiento. Aunque no pudimos tener un inicio fructífero.
A pesar de eso, he participado también como nazareno en la hermandad del Cristo del Amor y de organización de la procesión. También he sido costalero de la borriquita durante dos años, además de acompañarla durante mi niñez.
He participado en diferentes procesiones de gloria, como San José del barrio de San José, San José de Belén, San Francisco Solano, Vía Crucis por el barrio con la pro-hermandad del dulce nombre, Cristo de la buena muerte, inmaculada concepción, San Juan Bosco, San Juan de Ávila por su año jubilar, Corpus Christi, además de innumerables extraordinarias.
Y no, no he salido en Córdoba porque el horario de los ensayos no me convencía, pero he podido salir en varias procesiones.
Comentarios