SEMANA SANTA…. DELUXE
Hace pocos días, gracias a la difusión de hoy en día de internet y de las redes sociales, nos llegó la noticia de que una Hermandad sevillana cesaba al capataz en sus funciones. Tal es el revuelo que se formó, que la noticia estuvo durante casi 24h en el top 3 de “Trending Topic” (las noticias más comentadas en la red social “Twiter”, muy utilizada entre la población española).
Tras los acontecimientos ocurridos y algunos comentarios no muy agradables que pude leer, no paré de pensar en un momento, si nuestro “mundo” se estaba convirtiendo en un programa de cotilleo, salvando las distancias. Nadie se para a pensar al escribir dichos comentarios, si estos, afectarán a las partes implicadas, tanto Hermandad como dicho hombre que realizaba dicha función de capataz.
Gracias a la llegada de internet a casi todo el mundo, se han abierto las puertas de la Semana Santa de cualquier lugar de la geografía española a todos los cofrades, siendo algo beneficioso, pero también algo perjudicial.
Estamos entrando en una época, donde existen las críticas, pero no las críticas constructivas; sino las críticas destructivas, aquellas que sólo quieren hacer daño a una hermandad o a alguna persona perteneciente a dicha hermandad. Sólo importa el estereotipo, no importa el sentimiento. He podido llegar a leer cosas hacía alguna hermandad que me han dolido “en el alma”, no como hermano de dicha hermandad, sino como cofrade.
Hemos llegado a una generación en la cual las costumbres se están perdiendo, pero lo más importante, hemos perdido la devoción y la fe. No somos conscientes del sacrificio que cada hermandad lleva a cabo para realizar su estación de penitencia; mientras que a la gente le puede llamar la atención que “no lleven un barco” o “que mal suena esta banda”; a ellos solamente les mueve tres cosas: Devoción, Fe y Sentimiento. Y para mí, esa es la mayor riqueza que un Hermandad debe tener.
Recordad, que celebramos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, pero en estos años venideros parece que se ha perdido este conocimiento, dando protagonismo al paso o trono, banda acompañante, cortejo, costalero, nazarenos… perdiendo total sentido por lo cual se realiza una estación de penitencia.
Como cofrade que soy, y como cofrade que eres, tu que me lees, te pido, que antes de criticar, mires al que va presidiendo ese paso tan majestuoso, acompañado de esa enorme banda, y con un impresionante cortejo, porque él es lo más importante de todo lo que estás viendo y sintiendo. Y antes de criticar aquellas hermandades que no son de tu gusto, mires la cara de sus nazarenos, sus hermanos, y te encontrarás con tres cosas fundamentales en su mirada: DEVOCIÓN, FE Y SENTIMIENTO. Y sabes, ellos también llevan una advocación hacia “El hijo de Dios”, lo más importante de nuestra semana de pasión.
Por eso, disfruta de las grandes hermandades, pero también de las pequeñas. Disfruta de un paso dorado, a un trono pequeño. Del silencio acompañado del “rachar” del nazareno a los sones angelicales de cualquier banda. De un cortejo precioso al rezo de un rosario, de un costal a una “almohadilla”… ¿Por qué acaso es más importante un hombre, que “EL HOMBRE'?
Comentarios