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“LA GENERACIÓN DEL 2008”..... Álvaro Jesús Ruz Varo


Como la “Generación del 98” o la “Generación del 27”, “La Quinta del Buitre”, siempre ha habido generaciones que han destacado en cualquier tipo de arte, deporte o disciplina. Son personas que aportan algo diferente o evolutivo para la mejora de dicha disciplina.

Para quien no me conozca, me llamo Álvaro Jesús Ruz Varo, actualmente soy costalero de María Santísima de la Caridad, Nuestro Padre Jesús Preso y María Santísima de la Paz, aunque llevo desde que nací en este mundo y he podido disfrutar de más sensaciones.

Este artículo quiero que sirva como “homenaje” a mi generación; a la cual he querido bautizar como “la generación del 2008”. Todo comenzó una mañana de Abril, en la que Jesús Arroyo, “Chechu”, vecino mío; subió a mi piso para hacerme una propuesta que nunca imaginé: Si me quería poner en el martillo de un proyecto en el cual el Descendimiento estaba trabajando para procesionar con un “pasito” a costal en la Semana Santa Chiquita de ese año. Casi sin pensarlo, mi respuesta fue un sí rotundo. 
 
A la par, mi amigo José Luís Baños había creado la “Asociación de Jóvenes Cofrades Dulce Nombre”, en la cual también habían realizado un “pasito” a costal para procesionar en la anteriormente citada Semana Santa Chiquita. Para muchas personas, éramos un estorbo, pero con el paso del tiempo, resultó ser un acierto. Muchos ensayos juntos en la “Fábrica de Harina” donde disfrutábamos de lo que más nos gustaba y donde aprendíamos los unos de los otros para cada día ser mejores y aprender más.




Una foto en la guardería de la Parroquia de la Asunción entre las dos cuadrillas, de las cuales un 90%, actualmente, porta algún paso en nuestra localidad. Para mí fue una bendición poder ser los ojos de esos costaleros durante dos años, y poder compartir trabajadera luego con ellos.

No hemos sido los primeros, y mucho menos, seremos los últimos; pero probablemente hayamos sido el gran achuchón a esta forma diferente de portar un paso, a portar con un costal, una faja y el rachar de una suela. Hemos dado las gracias a nuestras generaciones anteriores por enseñarnos toda su sabiduría a través de la experiencia y del trabajo, así como nosotros le estamos inculcando, a los jóvenes que se sienten atraídos y son nuevos en este mundo, todo lo que sabemos para que esta maravillosa pasión nunca se pierda.

Hemos tenido la suerte de portar a San Francisco Solano en el cuarto centenario del fallecimiento de su muerte, hemos portado a San Juan Evangelista con motivo del encuentro juvenil realizado por el acontecimiento citado anteriormente, también hemos participado en la salida de San José cincuenta años después desde su última salida en la Ermita de San José, la Salida extraordinaria de la Inmaculada desde la Parroquia de la Asunción hasta la Parroquia de Santiago, salida de San Juan de Ávila como motivo de su Año Jubilar. La Procesión del Corpus Christi desde que se porta a costal. Así como las procesiones extraordinarias organizadas por la Hermandad de la Caridad y Juventud. También muchos de nosotros participamos en la “Magna” de Córdoba que fue todo un éxito. Y cómo no, formamos parte de casi todos las hermandades y pasos de nuestra Semana Mayor, con el mayor orgullo de llevar a Dios y su madre a los rincones y a las casas de aquellas personas que no pueden visitarla a su casa, a su templo. 
 

Dar las gracias a todas las personas que confiaron en nosotros: Jesús Arroyo, Francisco Priego, Ismael López Gómez, José Luís Baños, Francisco Javier Ruz Varo y a la Hermandad del Sagrado Descendimiento por todo su apoyo para que el proyecto saliera adelante.

Y como no acordarme de mis costaleros, de los que hoy en día son mis hermanos, mis compañeros de pasión y oficio. Gente como Manuel Jesús Jiménez Montenegro “Inki”, Jaime Polo, José Antonio Cerezo “Bombi”, José Morales “Tete”, Rafael García García “Pijo”, “Arturito” Hidalgo, Antonio Escalante, Juan Herrezuelo, Alejandro Márquez Reina, Jesús Robles López “Bombero”. Muchos se incorporaron después, de los cuales también forman parte de esta familia que somos, pero unos privilegiados fuimos los que empezamos en esta bendita locura.

Gracias por darle un achuchón importante a la Semana Santa de Montilla, la cual engrandece con el paso de los años, y gracias por engrandecerme a mí, como persona y como costalero, esperemos que esto perdure en el tiempo y podamos seguir disfrutando y enseñando a esos que vienen achuchando desde atrás, de una manera importante. Aquí termina mi homenaje a “La Generación del 2008”, a la cual me siento orgulloso de pertenecer y de vivir la Semana Santa de una manera especial.


“EL COSTALERO NO PORTA HERMANDADES, PORTA A UN ÚNICO DIOS Y A UNA ÚNICA MADRE”.

Alvaro Jesús Ruz Varo

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