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ENTREVISTA A Dº ENRIQUE GARRIDO MONTERO



CURRICULUM COFRADE

De costalero comencé en el año 2000 con quince años en el misterio de la Borriquita. He sacado el Silencio del Cerro, Señor de la Sangre y Reina de los Ángeles Dolorosa y Gloriosa (Hdad. del Cister), Jesús del Calvario, Reina de los Mártires, Santo Sepulcro y la Sentencia, que es donde continuo.

En 2005 ingreso en el cuerpo de capataces de la Reina de los Mártires como auxiliar, donde permanezco hasta 2006. En 2007 la Hermandad Universitaria me encarga la confección de una pequeña cuadrilla para sacar a Nuestra Señora de la Presentación en parihuela. Ese mismo año Buena Muerte me designa capataz del paso del Señor.

En 2008, la Virgen de la Presentación sale por vez primera portada a costaleros, nombrándome la Hermandad capataz de este paso.

En 2010 la Hermandad de los Estudiantes de Andújar me nombra capataz del paso de palio de la Virgen de la Amargura, donde permanezco 2010 y 2011.

En 2011 la Pro- Hermandad de la Conversión me nombró capataz titular, mandando desde entonces las cuadrillas que portan al Cristo de la Conversión del Buen Ladrón a la titular de gloria de la Hermandad, la Virgen del Rosario. Asimismo mandé la cuadrilla que traslado a Nuestra Señora de Salud y Consuelo desde San Andrés al barrio de Electromecánicas.

También en 2011 la Hermandad Universitaria me nombra capataz titular, mandando desde entonces el paso del Santo Cristo de la Universidad y Ntra. Sra. de la Presentación

Por último, en 2013 la Hermandad de la Misericordia me nombra capataz del paso de palio de Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo.

1) ¿Cómo se definiría como capataz?

No considero que sea yo quien deba autodefinirme como capataz. Creo que han de ser los costaleros que pertenecen a mis cuadrillas y juntas de gobierno que han depositado su confianza en mí quienes evalúen la labor que yo y mi cuerpo de capataces desarrollamos. Sólo he decir que a la confianza que las Cofradías depositan en nosotros, siempre nos gusta responder con trabajo y seriedad. No puedo garantizar que el fruto de nuestro trabajo sea siempre exitoso, pero sí que nos vaciamos para que sea así.

2) ¿Cuál es su filosofía a la hora de hacer trabajar a una cuadrilla? ¿En qué capataz se intenta inspirar?

Como he dicho antes la esencia siempre es la misma, mucho trabajo y seriedad para devolver a las Cofradías la confianza depositada en nosotros. A partir de ahí y en cuanto en el trato con el costalero, trabajamos continuamente para asentar unas normas básicas que se traduzcan en disciplina. El costalero debe estar arropado por el cuerpo de capataces y sentirse uno más, por ello potenciamos la convivencia y familiaridad, pero también ha de saber que hay normas que cumplir en cuanto a su lugar dentro de la cuadrilla, horarios, asistencia a ensayos, uniformidad, etc. Somos conscientes de que Hermandades enteras esperan que hagamos nuestra labor bien, y para conseguirlo el buen trato al costalero y la disciplina son esenciales. Los capataces somos quienes les protegemos, pero también quienes les exigimos. 

En cuanto a la segunda pregunta, no hay un único capataz que sirva de referencia. Personalmente, es la experiencia de los años que llevo relacionado con el mundo del costalero la que me ha ido aportando ideas interesantes que tomar y otras que desechar. La única verdad en todo esto es que siempre se ha de estar aprendiendo, hay quien te puede enseñar por capacidad técnica, y hay quien puede hacerlo por experiencia. Sólo hay que tener ganas de aprender.

3) ¿Cómo ve el movimiento costalero hoy en día? ¿Se impone la estética a la perfección en el trabajo?

Pues de todo hay en la viña del Señor. Es cierto que parece que últimamente hay un repunte en cuanto a número de costaleros, y es cierto que se llenan muchos más pasos que hace algunos años. Pero también es cierto, que no siempre se hace del mismo modo. El trabajo constante y el crecimiento de una cuadrilla poco a poco, con unas bases sólidas, da unos resultados de disciplina, amor y respeto a la Cofradía –aunque el costalero no sea hermano de ella- y trabajo en la calle que, en otro cualquier caso, sólo son sueños efímeros. Es cierto que hay un gran número de costaleros, pero para aceptar su pertenencia a una cuadrilla se ha de cumplir unas normas, o al menos ir enseñándolas con el tiempo (labor del capataz). Llenar los pasos con gente carente de todo esto sólo traerá problemas y manchará el nombre del capataz.

En cuanto a la estética, no creo que sea incompatible con el trabajo bien hecho bajo los pasos. Es responsabilidad del cuerpo de capataces que lo esencial a la hora de ajustar un costal o una faja esté bien hecho, tras esto si el costalero tiene una forma peculiar de vestir… mientras que sea respetuosa con la Cofradía que saca, no le veo más inconveniente.

4) Un tema actual, ¿Qué opina sobre los nombrados "sacapasos"?

Para mí es un tema ya con cierto desfase. Da para una larga conversación sobre que es un verdadero sacapasos y un verdadero costalero, y qué criterios deben tenerse en cuenta para una u otra denominación. Yo sólo sé de costaleros, costaleros con fe y con sus devociones. Que son amantes de la Semana Santa y que entienden que su labor dentro de las Cofradías está bajo los pasos. No veo el problema de que un hombre sea costalero de varias Cofradías.

5) Este año 2013, ha sido designado como Año de la Fé, a parte de las procesiones extraordinarias, ¿cuáles cree que son las repercusiones que debería tener este nombramiento en los creyentes?

Considero que en lugar de demonizar a las Cofradías por haberlo celebrado de magna forma, el resto de sectores de la Iglesia deberían haber hecho lo propio. Que ha habido excesos y equivocaciones en las Cofradías, sí, pero que quizá han faltado otras iniciativas en las parroquias y la propia Diócesis, también. Personalmente he echado de menos que la ciudad de Córdoba no haya dado más protagonismo al Corpus este año. Habrá habido celebraciones extraordinarias, pero no han/hemos querido o sabido darle el realce que merecía. De igual modo las parroquias quizá no hayan sabido reflejar este año de la Fe en sus distintas feligresías.

6) Como hemos podido observar ha sido costalero en varios pasos, y capataz de otros tantos, es cierto que todos los pasos no andan igual, ¿en qué detalles podemos observarlo de los pasos que usted manda?

Siempre hay detalles que uno aplica en todos los pasos que manda. Por lo general nosotros solemos adaptar nuestra forma de trabajar y mandar los pasos a la idiosincrasia de la Cofradía, y es obvio que no mandamos igual en Conversión, que en las hermandades de silencio que llevamos ni en Lágrimas, que aún llevando música es una Cofradía seria. No obstante la voces de mando, el arriar los pasos, la concepción de que todo nuestro trabajo debe ser muy solemne y respetuoso, siempre está ahí. Aún llevando una Cofradía de barrio y con agrupación, el sello de seriedad marca lo que hacemos.

7) ¿Está asegurado el futuro de las cuadrillas de costaleros?

El futuro lo creamos los que estamos en el presente. Si los que ahora tenemos responsabilidades somos respetuosos con los costaleros, sabemos transmitirles los valores del respeto y la disciplina y los cuidamos, hay costaleros para rato. Pero para eso debemos cuidarlos físicamente y que esa antigua concepción de que ir a sacar un paso era contraer grandes dolores, sea eliminada. De igual modo debemos enseñarles a paladear cada Hermandad. Por lo general el costalero es más dado a pasos con música y ambiente bullicioso, el mostrarle el gusto de todas las Cofradías, estas y las de silencio, hará que las futuras generaciones ya sepan apreciar el sabor de cada corporación.


8) ¿Qué mimbres debe tener una cuadrilla para ser un referente en su manera de trabajar?

Respeto, humildad y ganas de ser costalero. Todos los costaleros son iguales, veteranos y novatos, hermanos y no hermanos, etc. Todos están para hacerle un servicio a la Cofradía y nada más. Fuera de los pasos pueden tener sus ideas y manifestarlas en sus respectivos foros, pero bajo el paso todos deben de ir a una. Humildad, nadie es más que nadie, el costalero siempre tiene que ir con ganas de aprender y ser humilde. La altanería no lleva a ningún lado. Y finalmente la ilusión de ser costalero. De todos es sabido que una cuadrilla motivada rinde mucho más, las ganas de ser costaleros es esencial. Preferible una cuadrilla corta de costaleros, que larga pero en la que haya muchos hombres con un costal puesto sin más.



9) Sin más que añadir, ¿desea enviar un mensaje a nuestros lectores?




Ante todo dar las gracias al personal del blog por acordarse de mí. A todos los lectores mandarle un saludo y animarles a trabajar por las Cofradías, siempre con la concepción de servir y no servirse. Por último mandar un fuerte abrazo a todos mis costaleros de Montilla y pueblos de alrededor, como la Rambla y Montalbán.








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